Chari nació en la provincia de Huelva en 1938 pero a los tres años se marchó a Sevilla donde vive desde entonces.
Desde pequeña quería ser artista. Alguien la escuchó cantar y la puso en contacto con un guitarrista. Comenzaron a ensayar en el Altozano, canción melódica: boleros, rancheras, etc. y formaron el conjunto Santacruz: tres guitarras o laúd y Chari cantando. Se presentaron al concurso radiofónico Camino de Estrellas y por votación del público se mantuvieron nueve meses en antena. Ganaron. Chari tenía 12 años. El premio consistía en 500 pesetas y una muñeca que le entregó en mano Don Antonio Machín.
El grupo fue fichado por el empresario Antonio Pulpón y ahí empezó la carrera profesional de Chari y con ella las giras por teatros y salas de fiesta de Andalucía. “El conjunto Santacruz con Chari Correa” fue cabeza de cartel de muchos espectáculos de variedades. Recuerda como uno de sus mejores momentos los meses que estuvieron actuando en una prestigiosa sala que había en el Parque de María Luisa, probablemente hoy será El Líbano o el Alfonso.
Se codeó con grandes artistas como Conchita Bautista o Farruco pero conoció a Carlos, un rubio de ojos azules que también era músico, y decidió dejar de cantar profesionalmente para casarse. Tuvieron ocho hijos. Una vez fallecido Carlos, Chari llegó a grabar unas letras que él había dejado escritas, como un recuerdo personal.
Chari recalca que antes “se cantaba sin micrófono, si tenías voz cantabas y si no, no cantabas. No como ahora, con los medios electrónicos que afinan, amplifican y embellecen la voz”.
Para Chari la música lo es todo, la acompaña cada día y no puede vivir sin ella. Cuando entra en un sitio y escucha música se emociona y recuerda sus tiempos de cantante. Escucha de todo, música melódica, copla, flamenco, etc… “pero de mi época”. Ya no canta salvo en celebraciones familiares y, por supuesto, nanitas a sus nietos, ¡nada menos que veinte! Últimamente se está pensando montar un repertorio de tangos con su yerno a la guitarra.