Nació en Jerez de la Frontera en 1948. A los doce años se fue a San Fernando interna a un colegio de monjas. De su niñez recuerda a las mujeres cantando en las casas y que la radio les servía de distracción. También recuerda el baile de La Yenca.

Los veranos los pasaba en el Puerto de Santa María y fue allí siendo adolescente donde conoció a Nacho, su marido. Se reunían en padilla a escuchar música en un picú y descubrió a los Beatles. Llegó a comprarse el Satisfaction de los Rolliing, pero ella es “beatleliana, a más no poder”, también su marido, sus hijos y hasta su nieto Mario.

Con 18 años se marchó a Madrid, en esa etapa disfrutó de la eclosión musical de finales de los 60 y primeros 70. Compartía piso con ocho chicas y escuchaban toda la música del momento: twist, música bailable, música moderna inglesa, Serrat… Empezaban los casettes y los long play y se reunían en casas a cantar con la guitarra.

Durante la crianza de sus tres hijos, la música pasó a un segundo plano aunque confiesa que se ponía a Donna Summer y Tina Turner para limpiar. Luego empezó a escuchar la música de sus hijos que son grandes aficionados. Con Elena fue a ver a Durán Durán.

Paquita aprovechó la Expo 92 para ir a conciertos de grupos internacionales que le gustaban, como los Crowded House o Roger Craund.

Hoy día continúa escuchando música y aprovecha los viajes en coche para enchufar un pen drive con selección de buena múisica de los 60, 70 y 80. Y espera que pronto vuelva a venir a tocar a España Paul MacCartney para volver a verlo en directo.